Por: Henys Peña.
Asistimos el día de ayer 22 de octubre a un nuevo capítulo de la insidiosa campaña de descrédito en contra del Consejo Legislativo del Estado Bolivariano de Miranda, iniciada ya al mismo momento de conocidos los resultados electorales, en los que si bien Capriles conservaba la gobernación, como reducto al servicio de los intereses de la maquinaria guerrerista norteamericana, perdía la mayoría en el legislativo regional. Inevitable decir que dicha campaña ha contado en estos diez meses con militantes que se declaran revolucionarios como sus mejores aliados, aliados de Capriles por omisión unos, al desconocer la importancia de esta victoria en el estado Bolivariano de Miranda, aliados de Capriles por acción otros, al optar por enfrentar al nuevo legislativo con una firme vehemencia, absolutamente ausente en los mismos actores en el período en que era dominado por los incondicionales de Capriles.
Ya se ha dicho y repetido al cansancio, pero nunca será suficiente la repetición de la verdad para equilibrar la insistencia en dominar por medio de la mentira la conciencia de nuestro pueblo. Que es verdad, pues es evidente, es verdad que Capriles convocó a 17 de sus incondicionales el 13 de marzo de este año (ni siquiera convocó a todos, ante el temor de alguna conciencia sana ¨filtrara” la información), para instalar al Consejo Estadal de Planificación y Coordinación de Políticas Públicas del Estado Miranda (Ceplacopp), Consejo que está conformado por 137 personas, es decir poco mas de una décima parte de quienes debían asistir, es verdad que no eran siquiera una cuarta parte, o poco menos de la mitad, la verdad es que no eran ni las dos quintas partes, es decir, este sempiterno candidato, que clama, se rasga las vestiduras y denuncia en el mundo entero la hipotética posibilidad de que sea aprobada la ley habilitante al Presidente Maduro, por las tres quintas partes de la Asamblea Nacional, ley destinada a atacar la delincuencia en todas sus categorías y variables, ¿se tomó la libertad de reunir a 17 de los 137 integrantes del Ceplacopp y distribuir la ejecución de obras en el estado, en ausencia de alcaldes, legisladores, voceros del pueblo?, pues no, digamos la verdad, la verdad es que no fue el. Aunque la ley estipula que es el gobernador quien preside el Ceplacopp, en un acto de cierta truculenta honestidad, delegó en su Secretaria, instalar, presidir, y aprobar entre gallos y madrugadas, de manera fraudulenta el Ceplacopp, violando la constitución y las leyes.
Hoy 23 de octubre es titular en medios regionales, locales, radio, páginas web y el corrillo del fanatismo opositor la “Protesta a las puertas del Consejo Legislativo del Estado Bolivariano de Miranda (Clebm) por recursos para culminar escuelas”, no es información digna de ser publicada, que esta protesta fue protagonizada por trabajadores de la gobernación, que fue la protesta de unas veinte personas, que esta protesta se desarrolla solo unos minutos después de concluir la rueda de prensa en la que la presidenta del Clebm, Autora Morales, hacía pública la decisión de la Corte Primera en lo Contencioso Administrativo, que consideró procedente el amparo cautelar solicitado por el Consejo Legislativo de Miranda, y mediante la que se suspenden los efectos del acta de instalación y primera sesión ordinaria del Ceplacopp, resaltó Morales que “nos vimos en la necesidad de acudir a las instancias judiciales en lo contencioso administrativo a los fines que pusieran la situación a derecho, ante la violación de los artículos 49, 62 y 166 de la constitución, en los que se establece; el debido proceso, el derecho del pueblo a la participación directa o por medio de sus representantes y la integración de los Consejos Estadales de Planificación y Coordinación de Políticas Públicas (Ceplacopp)”.
Los medios de comunicación privados (dícese de quienes hacen de la comunicación un negocio), locales y regionales asistentes, son convocados para hacer pública la violación pública y notoria, por parte de Capriles de la constitución y las leyes, son adecuadamente informados de la sentencia de un tribunal de la república, pero el titular, es la protesta de quienes se consideran beneficiados de las decisiones tomadas al margen de las leyes. Diría Eduardo Galeano “el mundo al revés”.
Pero es evidente, asistimos a otro capítulo de la guerra permanente de la verdad contra la mentira, por los mismos medios que auparon el golpe de estado, el paro petrolero y el triste espectáculo de la Plaza Altamira, los mismos que hacen coro al paro económico silencioso que se inició con la victoria de Nicolás Maduro, que no es sino la continuación del anterior, asistimos a la profundización de las operaciones de guerra sicológica, perfeccionan la presión y amenazas permanentes a la economía, y en especial a la moneda en estos días.
Ante la continuación de la guerra por los mismos medios, con los mismos actores, retocando el libreto, con la complicidad por acción u omisión de los revolucionarios “críticos” e intelectuales “objetivos”, nuestra obligación, en el Estado Miranda, es fortalecer las trincheras de lucha del pueblo, perfeccionar el manejo de las técnicas y herramientas de comunicación en todas sus formas, directa, escrita, impresa, radial, digital, no ceder ni un milímetro y avanzar con la verdad como bandera.
Tribuna Popular 